Cómo proteger a nuestro bebé de la gripe

viernes 25,
ENERO
2019
Cómo proteger a nuestro bebé de la gripe

La gripe está alcanzando las cotas más altas estas últimas semanas, llegando a ser epidemia en muchas comunidades autónomas, y saturando las urgencias de muchos hospitales.

Tal y como el doctor Ivan Carabaño, jefe del servicio de Pediatría de hospital Doce de Octubre de Madrid, indica, es importante hacer un llamamiento a usar juiciosamente las urgencias pediátricas de los hospitales y los centros de salud. La fiebre per se, no es un factor de gravedad, aunque sea alta, como de rutina ocurre en la gripe. Se ha de solicitar asistencia sanitaria urgente ante la presencia de malestar general (decaimiento o irritabilidad, manchas en la piel que no desaparecen con la presión, signos de deshidratación, rechazo de tomas y/o dificultad respiratoria.

La gripe es una infección respiratoria vírica que en niños pequeños y bebés puede dar lugar a obstrucción de las vías respiratorias por mucosidad. La dificultad del bebe por captar el oxígeno en el ambiente, provoca una reducción de los niveles de oxígeno en la sangre, lo que en caso de agravarse, puede generar una conocida situación que es el cambio en la coloración del bebé tornándose azulada o morada. Este acontecimiento, puede provocar una enorme intranquilidad entre los padres, al no poder detectar está bajada de oxígeno lo cual los lleva muchas veces, a la necesidad de acudir a urgencias.

La pulsera inteligente Liip Smart monitor detecta de forma fiable, continua y cómoda, los niveles de oxígeno en sangre del bebé, además de la frecuencia cardiaca y la temperatura, notificando y alertando a los padres en caso que estas constantes superen umbrales, que de persistir, puedan suponer un inconveniente para el bebé.

Los niveles de oxígeno así como de frecuencia cardiaca y de temperatura quedaran almacenados y pueden ser visualizados en gráficas para hacer un seguimiento del estado del bebé.

Como en todo proceso patológico, la prevención es un factor fundamental para reducir el riesgo de contagio de nuestros hijos.

Por este motivo es importante seguir unas pautas:

-Mantener a los bebes separados de otros bebes o adultos que puedan estar afectados.

-Lavar las manos a los niños frecuentemente, especialmente después de estornudar, comer o estar en contagio con otras personas.

-Procurar que beba muchos líquidos.

-Utilizar siempre pañuelos desechables.

-Limpiar los juguetes y superficies en las que ha estado el bebé.

-Ventilar las habitaciones unos minutos al día.

-No llevarlos a la guardería ni al colegio si son ellos los que están contagiados para evitar el contacto con otros niños.

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